Un día la raza humana se creyó perfecta. Todo su cuerpo era bello simétrico y armoniosamente equilibrado, entre las distintas partes que lo conformaban Poseía dos ojos para ver mejor en ambos lados, dos orejas para escuchar todos los sonidos desde donde vinieran, dos brazos con sus dos manos para poder hacer útiles con que desenvolverse perfectamente, dos piernas con sus dos pies para poder caminar Tanto es así que para darle más importancia al pensamiento tenían una sola cabeza y, en ella solo había una sola boca con la que resaltaban la importancia que tenían las palabras Ante…