Ser curioso tiene una doble paradoja. Lo que le puede suceder al que busca, es que encuentre precisamente –aquello que no buscaba-. Y al hallarlo se arrepienta de haberse puesto a buscarlo. Desde aquel momento nada volverá a ser igual que antes de empezar a buscar aquello que no buscaba, pero que encontró. Este relato podría cambiarse –por la preocupación-. Quien se preocupa constantemente, a no ser que tenga siete vidas como un gato pronto morirá. Como siempre te ruego que escribas lo que te ha inspirado esta lectura y, lo dejes reflejado en el blog. Y tambien como siempre…