La aplicación de los nuevos conocimientos hace qué en por mucho qué nos insistan nos sea casi imposible ponerlos en práctica al principio. Eso es debido a qué muchas de la normas qué hemos aprendido a lo largo de la vida las consideramos irrefutables y, las valoramos de forma qué las podemos adoptar en todas las ocasiones. Sin cuestionarnos sí es o no precisa su aplicación. Si reflexionáramos más en este asunto facilitaríamos la adopción de los nuevos saberes, por otra parte tan necesarios para nuestro progreso personal y a la vez profesional.
AB