En cierta ocasión me hablaron de un ppájaro que se envanecía de lo bien que cantaba. Sin embargo, buscando su sustento era un verdadero fracaso. Pues, en el momento de cazar a un insecto todos los demás pájaros del bosque le rogaban que demostrará su gran capacidad para gorjear. Cuestión que a él no lo podía llenar más de orgullo. Así que mientras se pavoneaba entre sus iguales de su superioridad, los otros recogían los insectos que de la boca del cantante habían caído. AB