Maria y el paraguas                     

¿Por qué se truncan las historias de amor? María era una hermosa mujer que vivía en las tierras que bañan el Cantábrico

A pesar pesar de ser hermosa, inteligente y con mucha iniciativa

No había tenido mucha suerte en el amor

Aquella lluviosa mañana decidió comprarse un nuevo paraguas, eligiendo uno rosa muy majestuoso, al que le acompañaba una empuñadura muy atractiva.

María nada más verlo pensó

¡Ese es mi estilo!

 

Pronto iba a ser su compañero casi cotidiano

El paraguas cada vez que María salía con él era muy feliz

Pero un día María por motivos que no vienen al caso decidió emigrar a las tierras más soleadas y, cálidas del Mediterráneo

Llevándose con ella todas sus pertenencias y, como no a el paraguas también

Pasaban los días y, el paraguas permanecía olvidado en aquel rincón de la casa donde María lo había dejado. Fue entonces cuando el paraguas de dio cuenta lo que había cambiado todo al haber sol

El paraguas no podía estar más triste, se había quedado en el olvido de María para siempre

¿O quizás un día ocasionalmente cuando lo necesitará María se acordaría de él?

 

Vamos, es una historia como la vida misma…

Con este cuento pretendo crear un cierto paralelismo de lo que son las relaciones

Está claro que para que surja el amor tienen que haber factores que se escapan a la propia razón. Como son los propios de los que emanan de las feromonas. Además también tienen que existir una serie de atractivos físicos.

 

Pero, que nadie piense que eso es definitivo

Lo que realmente persistirá es el interés mutuo

Si tuviera que explicar esto de otro modo…

Es eso que los libros de autoayuda llaman cuidar el amor

Cuestión que traducida a un lenguaje pragmatico representa

 

¡Que te doy y, que recibo a cambio!

 

Son muchas las personas que están en el convencimiento que el amor surge y se mantiene sin más

Y como mucho lo que hay que hacer son pequeños detalles si llega el caso y, con ello todo funcionara a las maravillas.

Los que piensan así son esas personas que luego se llevan la gran sorpresa de su vida. Sin saber muy bien porque un día reciben la noticia de que ya no son queridos y, que por ello los abandonan. Cuando no, en otros casos son conocedores aunque tarde, de que su pareja hace tiempo que mantiene relaciones con otra persona.

Me parece muy curiosa la reacción de las personas despechadas y, que se consideran engañadas.pair-707502_960_720

Cuando más bien tendrían que decir

Que lo que han hecho es abandonar el cuidado de ese jardín, que ha dejado de ser algo importante en su vida, para volverlo cotidiano y aburrido

Así pasan los años en esos matrimonios hastiados, donde la única conversación de la pareja se reduce a los hijos o, a los problemas cotidianos que comporta el dinero.

Tampoco cambian esas parejas que trabajan en un negocio propio, pues a pesar de tratarse continuamente apenas les queda tiempo para hacerse una mirada enternecedora.

¿Y qué ocurre entonces?…

 Pues que la vida sigue y, posiblemente encuentren otras parejas para volver a cometer los mismos errores

Ya que el problema solo es de educación. Sí, es cierto jamás pensaron que nacemos solos y morimos solos.

Y, que en la vida al compañero que se elija para el viaje hay que cuidarlo

 

O de otra manera solo hace falta observar la legión de despechados

Exactamente son esos que te encuentras donde quieras que vayas y, que hablan pestes del sexo contrario

Con la gravedad de ignorar que son ellos los responsables de encontrarse en la situación que se hallan

 

Ahora como siempre te agradecería un comentario de lo que ha inspirado esta reflexión.

Aunque como a todos y, a este mismo que escribe nos tienen que servir estas letras de recordatorio

AB

 

 

 

 

 

AB

1 comentario de “Maria y el paraguas                     ”

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